viernes, 19 de abril de 2013

Paz Electoral

Nos encontramos en medio de un proceso electoral, en el cual se ha hablado mucho de los partidos, sus candidatos y sus alianzas, pero poco es lo que se ha atendido y escuchado a los ciudadanos.
Este proceso electoral necesariamente debe contar con la participación ciudadana, pero sin que sea exclusivamente a través de un voto.
Participar, significa "tomar parte": convertirse en parte de una organización que reúne a toda una sociedad en búsqueda de sus representantes, así como la posibilidad de resolver sus necesidades cotidianas.
Quien cree que no participar en absoluto en una votación es dar una lección o castigo a sus representantes políticos, tiene el peligro de enfrentarse a que esa acción sólo facilite que otros actúen en su nombre.
La participación, como mero votante, pues, no es suficiente para alcanzar la democracia que tanto se anhela, es necesario que el ciudadano entienda su papel como empleador y jefe de sus próximos representantes.
Que se exija al Servidor Público ser tal y no un servil de otro nivel de gobierno; que sea autoridad en beneficio de todos y no autoritario.
Es decir, la sociedad debe entender y reconocer que su papel es de seleccionar a los mejores perfiles para que encausen sus esfuerzos, pero además, que al elegiros su participación en la revisión y valoración de resultados requiere ser constante.
En el transcurso de nuestra historia hemos vencido obstáculos que han fortalecido la democracia, como lo es el reconocer a las mujeres el derecho a votar y a ser votadas, que afortunadamente, cada vez es mayor su participación, a quienes hacemos un llamado a encabezar esa representación social que tanto requiere nuestro país. 
De modo que, en suma, la democracia no se agota en los procesos electorales, ni los partidos políticos poseen el monopolio de la actividad democrática.
Un aspecto benéfico de la participación ciudadana es que nos facilita y en su caso nos obliga, a fortalecer las relaciones cotidianas entre sociedad, los distintos niveles de gobierno y sus poderes, al exigir se encuentren las mejores respuestas a sus necesidades de forma conjunta. 
Insistimos, los representantes políticos han de responder ante el pueblo que los nombra, los votos no les conceden una autoridad ilimitada, sino la obligación de ejercer el poder público en beneficio de la sociedad. 

Como Alianza entendemos estos valores, los promovemos y hacemos un llamado a los ciudadanos, para que vigilen y participen en el proceso electoral, pero a su vez, a que fortalezcan su actuar democrático y, en su caso, reconozcan que su participación no finaliza el día de la elección.

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